A 25 años de su muerte
MATAN A OBISPO DE INDIOS AUCAS
Revista ECCLESIA Núm. 2.330. 1 de agosto 1987
MATAN A OBISPO DE INDIOS AUCAS
Revista ECCLESIA Núm. 2.330. 1 de agosto 1987
Monseñor Alejandro Labaca Ugarte, obispo español del Vicariato de Aguarico, en la Amazonia ecuatoriana, fue asaeteado el pasado 21 de jul
Los indicos aucas representan un 25 por 100 de la población de este Vicariato Apostólico.. El otro 75 por 100 está formado por colonos mestizos provenientes de las diversas provincias de todo el Ecuador. La región conoce desde hace algunos años un fuerte movimiento inmigratorio, debido al descubrimiento de importantes yacimientos de petróleo, los mayores de la nación. Las sucesivas oleadas de mestizos han provocado graves enfrentamientos con los indios aucas, quienes se sienten invadidos y marginados por los recién llegados. Es muy probable que el asesinato del obispo y de la misionera haya sido debido a un error de los aucas, que tomarían a los misioneros por personal de la compañía petrolífera. Las vías de comunicación son prácticamente inexistentes en toda esta región de clima malsano y húmedo. Los misioneros utilizan para sus desplazamientos avionetas y helicópteros.
El Vicariato Apostólico de Aguarico, creado canónicamente el 2 de junio de 1984, tiene una extensión de 30.000 kilómetros cuadrados y una población de casi 55.000 habitantes. Cuenta con 19 misioneros capuchinos Y tres sacerdotes diocesanos. También con 32 misioneras capuchinas, dominicas del Rosario y lauritas; cuatro escuelas y 70 centros de beneficencia.
Monseñor Labaca ha sido su primer obispo vicario apostólico. Nombrado el 8 de septiembre de1984, recibió la consagración episcopal el 8 de diciembre de ese mismo año. Desde 1947 a 1953 trabajó como misionero en China, en la misión de Pingliang. Expulsado por los comunistas, se trasladó a Ecuador, y precisamente a la región de Aguarico, que en ese mismo año había sido constituida en prefectura apostólica.
Monseñor Labaca, natural de Beizama, en Guipúzcoa, había ingresado en la orden capuchina a los dieciocho años de edad. Una representación de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana asistió el viernes día 24 a los funerales de ambos misioneros.
Al conocer la noticia, según informa la agencia Efe, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador ha culpado al Gobierno y a las compañías multinacionales de estas muertes. La dirigente Blanca Chancoso aseguró que el obispo y la religiosa fueron utilizados por estas compañías como «piel de cañón». Asimismo, definió a ambos religiosos como «defensores de los pueblos indígenas y denunciantes del acosamiento del que somos objeto.» Por su parte, Edison Viteri, de la etnia shuar, ha insistido en las mismas razones y ha manifestado su temor a que la muerte de los dos misioneros sirva de pretexto para militarizar la zona.
io por los indios aucas, en las orillas del río Coronaco. Un total de 75 pinchazos de flechas y lanzas fueron detectados en su cadáver. También apareció destrozado el cuerpo de la misionera Inés Arango, de la orden de las terciarias capuchinas de la Sagrada Familia. Ambos cadáveres fueron descubiertos por los tripulantes de un helicóptero de una compañía petrolífera que sobrevolaba la región con el encargo de recoger a los dos misioneros y trasladarlos a Coca, capital del Vicariato Apostólico. Un helicóptero de la citada compañía petrolífera les había llevado el día anterior hacia las tierras de los aucas.
Los indicos aucas representan un 25 por 100 de la población de este Vicariato Apostólico.. El otro 75 por 100 está formado por colonos mestizos provenientes de las diversas provincias de todo el Ecuador. La región conoce desde hace algunos años un fuerte movimiento inmigratorio, debido al descubrimiento de importantes yacimientos de petróleo, los mayores de la nación. Las sucesivas oleadas de mestizos han provocado graves enfrentamientos con los indios aucas, quienes se sienten invadidos y marginados por los recién llegados. Es muy probable que el asesinato del obispo y de la misionera haya sido debido a un error de los aucas, que tomarían a los misioneros por personal de la compañía petrolífera. Las vías de comunicación son prácticamente inexistentes en toda esta región de clima malsano y húmedo. Los misioneros utilizan para sus desplazamientos avionetas y helicópteros.
El Vicariato Apostólico de Aguarico, creado canónicamente el 2 de junio de 1984, tiene una extensión de 30.000 kilómetros cuadrados y una población de casi 55.000 habitantes. Cuenta con 19 misioneros capuchinos Y tres sacerdotes diocesanos. También con 32 misioneras capuchinas, dominicas del Rosario y lauritas; cuatro escuelas y 70 centros de beneficencia.
Monseñor Labaca ha sido su primer obispo vicario apostólico. Nombrado el 8 de septiembre de1984, recibió la consagración episcopal el 8 de diciembre de ese mismo año. Desde 1947 a 1953 trabajó como misionero en China, en la misión de Pingliang. Expulsado por los comunistas, se trasladó a Ecuador, y precisamente a la región de Aguarico, que en ese mismo año había sido constituida en prefectura apostólica.
Monseñor Labaca, natural de Beizama, en Guipúzcoa, había ingresado en la orden capuchina a los dieciocho años de edad. Una representación de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana asistió el viernes día 24 a los funerales de ambos misioneros.
Al conocer la noticia, según informa la agencia Efe, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador ha culpado al Gobierno y a las compañías multinacionales de estas muertes. La dirigente Blanca Chancoso aseguró que el obispo y la religiosa fueron utilizados por estas compañías como «piel de cañón». Asimismo, definió a ambos religiosos como «defensores de los pueblos indígenas y denunciantes del acosamiento del que somos objeto.» Por su parte, Edison Viteri, de la etnia shuar, ha insistido en las mismas razones y ha manifestado su temor a que la muerte de los dos misioneros sirva de pretexto para militarizar la zona.
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