sábado, 20 de octubre de 2012

La Internet permitió su graduación.

La Internet permitió su graduación Los 88 graduados llegaron de todo el país. La sexta promoción se graduó en el Auditorio de la Universidad Católica de Quito. Ampliar Los 88 graduados llegaron de todo el país. La sexta promoción se graduó en el Auditorio de la Universidad Católica de Quito. Tiempo de lectura: 6' 18'' No. de palabras: 1049 Ana María Valencia. Redactora Viernes 19/10/2012 Nunca utilizó una pizarra ni se reunió con sus compañeros para cumplir con la tarea del día. José Gualinga, de 47 años, se graduó como bachiller a través de un modelo virtual.

 En Sarayaku, comunidad quichua de Pastaza, ubicada en medio de la selva Amazónica, Gualinga estudió con una computadora de escritorio, conexión a Internet y voluntad. Gualinga, cuyos abuelos consideraban que ser bachiller solo servía para tener un simple cartón y conseguir empleo, reflexionó que esta idea estaba equivocada. Hace tres años, el líder de Sarayaku ingresó a estudiar la especialidad de Ciencias en el Colegio Virtual Iberoamericano, la única institución en el país que cuenta con esta metodología de estudio.



 Así, Gualinga no tenía que viajar a Quito ni al Puyo para estudiar. El martes, el centro educativo graduó a su sexta promoción (régimen Sierra y Costa) de bachilleres en Informática, Ciencia, Promoción Social y Turismo Cultural. Los 88 graduados (300 en seis años) son el reflejo del trabajo de la institución, que nació en el 2002 como Fundación con el objetivo de eliminar la brecha digital y dar oportunidad para que adolescentes y adultos de escasos recursos acaben sus estudios de bachillerato, sin asistir de forma presencial a clases.

 La materia de Estadística y Evaluación de proyectos es la más valorada (por ser la más difícil) por este graduado, que aspira a continuar con su trabajo como presidente de este pueblo quichua, el cual lucha por la conservación de la Amazonía y por los derechos de la comunidad. Después de esta experiencia, Gualinga alienta a su hijo de 15 años a concluir el bachillerato, quien camina en plena selva durante media hora hasta llegar al ‘infocentro’. Este centro de cómputo está instalado en dos casas tradicionales de los quichuas. Desde la correccional Para Álex Moreno, de 19 años, el Colegio Virtual Iberoamericano fue la única opción para estudiar, pues desde hace un año y dos meses se encuentra detenido en el Centro de Adolescentes Infractores de Ibarra. 

Además de cumplir con las actividades obligatorias de carpintería y terapias psicológicas que le ayudan a superar su delito (distribución de drogas), Moreno ingresaba durante cuatro horas al día al ‘software’ Moodle.

 El ibarreño se graduó en Informática. Este centro de infractores aplica el modelo virtual desde hace tres años, pero Moreno es el único que ha logrado graduarse. En el lugar se encuentra uno de los 48 ‘infocentros’ que tiene el Colegio Virtual alrededor del país. La implementación de la infraestructura está a cargo de fundaciones públicas, organizaciones privadas y juntas parroquiales. La graduación como bachiller de Moreno responde a dos motivaciones: seguir el ejemplo de su hermano Christian, de 27 años, quien está apunto de graduarse como ingeniero automotor, y alegrar a sus padres, Ángel Moreno y Silvana Benavides, quienes lo han respaldado, aunque solo moralmente, pues ninguno de los dos ha experimentado el uso de una computadora.

 Su padre trabaja en el área de construcción y su madre es ama de casa. Para Ángel Moreno, la falla de su hijo no tiene por qué truncar sus estudios ni su futuro. Y Silvana Benavides está consciente de que a veces es necesario pasar por momentos difíciles para recapacitar. 

El comportamiento de Álex Moreno cambió desde el momento que comenzó a estudiar, lo cual no pasó desapercibido para su tutor, Luis Estévez. Su sentencia judicial se modificó: asistirá cada sábado al centro de infractores hasta el 6 de noviembre.

 Después de esta fecha, trabajará en una ferretería hasta decidir su carrera universitaria. Un asunto de identidad Achik Nicari, de 16 años, ya decidió. Después de graduarse con un promedio de 19,03 en Ciencias, la indígena de la comunidad de Agato, en Otavalo, y migrante en Quito desde los 3 años, quiere estudiar Pedagogía aplicada en música tradicional, pues también es miembro de la banda del colegio.

 Aunque su edad no refleja el estándar de bachiller, desde pequeña sintió curiosidad por los estudios. A los 5 años, Nicari ya cursaba segundo de básica en la Escuela Intercultural Yachay-wasi, en la capital. Decidió el modelo virtual para mantener sus costumbres y seguir vistiendo, sin ningún tipo de discriminación, su atuendo indígena. En la graduación, Achik usaba un anaco azul y blanco, que representa el ‘cutul’ del maíz. Su torso estaba cubierto por una faja y su cuello y muñeca, por ‘guashcas’ doradas y rojas. Nicari vive en el sector de Monjas, donde cada noche asistía al ‘infocentro’ para estudiar y reforzar sus conocimientos en matemáticas, la materia más complicada para ella. 

El ‘software’ le permitía guardar la información que el docente transmitía por la Red en un disco externo (memory flash o escritorio del ordenador). Durante el día, Nicari participaba en la Red de Niñas, Niños y Adolescentes Comunicadores del Ecuador, impulsada por la Fundación Yupana, a través de la Agencia Accna, en que no solo aprendió reportería periodística sino que también logró resguardar su forma de hablar y pensar según sus costumbres indígenas. Desde el convento María Elena Valarezo, de 20 años, tampoco necesitó quitarse su hábito de monja para graduarse en la especialidad de Informática. 

En el Instituto Hermanas Franciscanas de la Caridad, ubicado en Penipe (Riobamba), Valarezo encontró la oportunidad de culminar sus estudios, después de ingresar a la congregación religiosa a los 15 años. El método virtual le resultó muy práctico, pues no le quitó tiempo para compartir con los niños discapacitados con los que trabaja su fundación. Ellos fueron su motivación; a través de sus conocimientos quiere mejorar la dinámica de aprendizaje de estos pequeños, que asisten a la congregación desde hace 13 años. Los videos y la programación le servirán para hacer didácticas sus clases y cumplir de mejor manera con las Escrituras, en las que se ordena seguir el ejemplo de Jesús: enseñar.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.com/sociedad/Internet-permitio-graduacion-educacion-quichua-Selva_Amazonica_0_794320700.html.

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