Presunta extracción de muestras de ADN de esa
nacionalidad sin su consentimiento y su supuesta venta por parte de una entidad
estadounidense.
La Defensoría señala el uso “ilegal de material genético
de los Huaorani”. Afirma, mediante un boletín, que en 1990 o 1991 dos
estadounidenses, uno de los cuales trabajaba para la empresa petrolera Maxus,
extrajeron sangre a algunos Huaorani en sus comunidades con el argumento de que
iban a examinar su estado de salud.
Indica que las muestras las tomó un científico de la
Escuela Médica de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, y
posteriormente llegaron al Instituto Coriell, centro de estudios médicos de
Nueva Jersey.
Agrega la Defensoría que desde 1994 a la fecha ese
laboratorio ha enviado a organismos de ocho países siete cultivos celulares y
36 muestras, lo que a su juicio viola la Constitución, que prohíbe “el uso de
material genético y la experimentación científica que atenten contra los
derechos humanos”.
Pero una fuente que trabaja junto al Vicariato de
Aguarico, en Coca, y que defiende los derechos de los indígenas, señaló ayer
que las muestras de sangre fueron tomadas a los Huaorani para estudiar su
vulnerabilidad a la hepatitis. Es un tipo de denuncia que se hace desde hace
rato, pero hay otros problemas que afectan mucho más a los Huaorani, señaló la
fuente, que pidió la reserva.
Según la Defensoría, se entrevistó a dirigentes Huaorani
para testimoniar esa extracción.
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