Nació en Cotacachi, Provincia de Imbabura, el lo. de Abril de 1.865 y fue
bautizado con el nombre de Ezequiel, que años después, cuando ingresó a la
orden dominicana, cambió por Enrique. Fueron sus padres legítimos Ezequiel
Vacas y Angela Galindo, agricultores en esa zona.
García Moreno lo conoció en uno de sus viajes y acariciándole la
cabeza pronosticó que sería un gran hombre y que sus hechos darían fama a la
Patria. Con tan buenos augurios, en 1.880 ingresó al Convento dominicano de
Quito y el 31 de Octubre de ese año vistió el hábito. Un año después, el 25 de
Diciembre de 1.881, pronunció sus primeros votos ante Mario Monceni, Delegado
Apostólico en el Ecuador y prosiguió sus estudios. Entonces firmó parte del
"Liceo de la Verdad" que el poeta Belisario Peña dirigía en el
convento de Santo Domingo.
“Desde su niñez fue de costumbres austeras y edificantes, dado por
entero a sus deberes religiosos”. Era el último en apagar la luz por las
noches, dedicaba la mayor parte de su tiempo al estudio, la oración y la acción
social. En 1.887 recibió dispensa por su corta edad y fue consagrado sacerdote
por el Arzobispo Ignacio Ordóñez el 16 de Octubre, en la Iglesia Catedral. En Noviembre
viajó a las nuevas misiones dominicanas en Canelos acompañando a los padres
Francisco Pierra y Francisco de las Planes, "para dedicarme a la
evangelización de las tribus salvajes y al estudio, especialmente geográfico,
de aquella región".
Recorrió gran parte del sur de Macas y aprendió el idioma Jíbaro.
En 1.891 regresó a la sierra y publicó en Riobamba “El Catón de la doctrina
cristiana" o elementos para el estudio de la lengua jíbara, para la misión
de Macas, tratando de iniciar en su propio idioma a las tribus orientales de
esa lengua” para que aprendan la doctrina e inicien su proceso de civilización.
Ese año pasó nuevamente a la Misión de Macas donde casi perdió la vida, pues mientras dormía con tres religiosos y tres sirvientes, a la una de la madrugada del 16 de Diciembre de 1.891, en la gran casa misional ubicada al lado de la iglesia; un indio de los contornos llamado Kimasa, prendió fuego al edificio y a duras penas tuvieron tiempo de saltar por las ventanas.
De allí pasó a los pueblos de Canelos, Pacayacu, Sarayacu y
Juanjuri ubicados a las orillas del Bobonaza. El 15 de Agosto de 1.892 llegó a
Andoas en las región del Pastaza e intervino en el acto de devolución de las
joyas de esa iglesia que retenía en su poder el comerciante Adolfo Valverde,
con él pasó a Canelos y luego viajaron hacia el occidente por el río Macuma,
afluente del Morona y de allí al río Pastaza hasta el Marañón, que surcaron con
grave riesgo hasta cerca de la boca del Morona, pasando por las poblaciones de
San Antonio y Barrancas y por el famoso pongo de Manseriche a 100 leguas de la
desembocadura del Pastaza. Al final llegaron a Yurimaguas, a orillas del río
Guallaga, con otros dos viajeros llamados Resurrección Ríos Tuesta y Demetrio
Beltrán.
El Subprefecto peruano Ramón Bernales los trató de espías del
Ecuador y desde el 22 de Septiembre los mantuvo vigilados mientras recibía
instrucciones de Lima. "Mas la noche del cuadragésimo quinto día de
arresto -4 de Noviembre- empredí atrevidamente la fuga que en días anteriores
había combinado; me lancé en el Guallaga hacia abajo hasta el Marañón el cual
lo subí hasta el Pastaza y por este hasta el lago Rimanchi. Como entendí que
las escoltas de soldados enviados por Bernales iban a dar conmigo; a media
noche, con una pequeña canoa y un solo indio regresé hasta el Marañón y me
dirigí a Iquitos, despistando completamente a mis perseguidores. De Iquitos
pasé al Mazán y con el auxilio de Dr. David Andrade, de Pelileo, marché a la
frontera del Brasil y en un vapor según hacia el Atlántico.
Novela de 1.894 |
En 1.893 y después de viajar por varios países de Sudamérica
arribó a Chile y en el convento dominicano de Santiago redactó el primer
periódico religioso: "El Mensajero del Rosario" y "quise
producir algo original y raro con mi Nankijukima. Principié a escribir y a dar
a luz lo que había concebido en medio de mis penosas aventuras por el Amazonas,
de conocer al gran capitán salvaje y ver su trágico fin".
En 1.894 regresó Quito y denunció la incesante penetración peruana
en la hoya amazónica ecuatoriana. Poco después fue designado Vicario del
convento dominicano de Ambato y en Octubre del 95 allí editó su novela de
aventuras "Nankijukima o el que porta la lanza; religión, usos y
costumbres de los salvajes del oriente ecuatoriano", en octavo y 349
páginas, teniendo como fondo la relación de sus viajes por las selvas
orientales, obra interesante y pintoresca, con capítulos llenos de animación y
vitalidad, de tono general romántico y un Apéndice con datos biográficos donde
indicó que en sus siete años de viaje hasta había compuesto un Mapa Geográfico
de la región.
En Ambato también "reconstruyó la iglesia, levantando los
muros y dotándola de vistosos frontispicios" El 95 tras el triunfo de la
Revolución Liberal, se produjo una reacción en contra de los sacerdotes.
En 1.896 salieron del país los dominicanos italianos y el Capítulo
de Quito eligió provincial a Vacas Galindo, quien tuvo que hacer frente a la
situación conservando la observancia religiosa y promoviendo el interés por los
estudios. En 1.898 se entrevistó con el Presidente Alfaro y lo interesó por la
situación de las misiones orientales. Alfaro aprovechó que Vacas Galindo iba a
viajar a Europa para encargarle que examine en el Archivo de Indias de Sevilla
los documentos relativos al litigio de Límites con el Perú. En Viena asistió al
capítulo General de la Orden, siguió a Roma y fue recibido por León XIII en
Audiencia especial. De regresó pasó a Sevilla y estudió varios meses en el
Archivo. En Noviembre estaba nuevamente en Quito realizando varios actos por la
Canonización del Papa Inocencio V y el gobierno puso a su disposición la
Imprenta del Estado.
En 1.899 visitó los conventos del país y fundó las misiones de
Puyo, Curacay, Bufeo, Ishpingo y la Unión. En 1.900 realizó un Capítulo
Provincial. En 1.902 practicó la segunda visita a la Provincia, por sí y
mediante delegados. Entre 1.901 y el 3 dio a la luz pública en la imprenta del
gobierno tres volúmenes de "Límites Ecuatoriano- Peruanos"; los dos
primeros tomos conteniendo documentos y el tercero su Exposición
Histórico-Jurídico- Geográfica en 511, 660 y 753 páginas y 2 mapas. En Quito
funcionaba una "Junta Patriótica" y nuestro país vivía pendiente del
"Laudo Arbitral del Rey de España" sobre el problema fronterizo, por
eso la obra fue recibida con gran aceptación.
En 1.904 fue Profesor de Teología Moral, archivero del Convento y
Director de la Tercera Orden Dominicana. Entonces se conoció que el Dr. Aníbal
Maurtúa, miembro de la Cancillería peruana, había publicado una
"Exposición" en la semioficial revista "Panamericana" de
Lima, tergiversando los hechos y como entrar en una polémica oficial hubiera
sido inconveniente, dado el momento, la Junta Patriótica pidió a Vacas Galindo
que escribiera una "Refutación", que solo le llevó seis meses,
titulando "La Integridad territorial de la República del Ecuador"
publicada en l.905,en Quito, en 504 páginas; la Sociedad Jurídico Literaria lo
nombró su socio Honorario. Entonces ocurrió su absurda e irresponsable polémica
con el Canciller ecuatoriano Miguel Valverde, quien tuvo que revelar que el
secreto del arbitraje del Rey de España consistía en que tanto el Perú como el
Ecuador saldrían empatados a dos regiones por bando, según se había estipulado
en secreto con el Canciller Peruano Mariano H. Cornejo y todo el andamiaje
diplomático se vino al suelo de golpe.
En 1.906 apareció el "Mapa Geográfico-Histórico de la
República del Ecuador", declarado de uso oficial para las Universidades y
Colegios de la República y fue designado miembro de la Junta Promotora del ferrocarril
del oriente para unir la sierra con el Amazonas por el Curaray y aunque el 20
de Septiembre de 1.905 había dictado una "Conferencia en la Sociedad
Jurídico Literaria de Quito, acerca de la importancia del ferrocarril del
Oriente" que salió impresa en 10 páginas y el Ministro de Instrucción
Pública, Luis A. Martínez, fue uno de los más empeñados, el plan fracasó.
Tampoco pudo llevar a cabo el proyecto del italiano Federico Mariani para traer
colonos, sin embargo lo acompañó al oriente y el asunto pasó a ser discutido en
el Congreso, que lo aprobó aunque jamás se concretó en realidades.
A fines de 1.907 viajó a Roma y establecido en el archivo de la
Curia Generalicia y en el de la Santa Sede, comenzó la improba tarea de copiar
los documentos relacionados con la Provincia Dominicana del Ecuador, llamada de
"Santa Catalina" en la colonia. En 1.909 editó dos volúmenes en latín
en 607 y 485 páginas, porque no se dió el trabajo de transcribirlos al español.
Realmente Vacas Galindo nunca fue un historiador en el estricto sentido de la
palabra. En Roma aprendió la técnica de la fotografía y el revelado que le
sirvió después en Sevilla.
Enseguida viajó a España, trabajó en el Archivo de Indias y
contando con fondos del gobierno nacional obtuvo miles de copias y
transcripciones de los 800 grandes legajos de documentos pertenecientes a la
Audiencia de Quito, especialmente de las secciones "Patronato, Cedularios,
Eclesiástica y Secular". En esta labor le ayudaron más de media docena de
mecanógrafos-papelógrafos y al retornar a Roma dejó los trabajos encargados a
varios directores que sucesivamente fueron Antonio Jiménez Placer, José de la
Torre y Francisco Navas Valle, quienes debían cotejar y aprobar cada copia,
antes de su pago.
En 1.908 escribió el opúsculo "El verdadero autor del Mapa
Geográfico Histórico de la república del Ecuador" que apareció en 1.910
con datos autobiográficos. En 1.909 editó en Madrid un "Resumen de la
cuestión de Límites entre el Ecuador y el Perú" en 72 páginas y "Fray
Bartolomé de las Casas, su obra y su tiempo" en 72 páginas, ensayo escrito
para servir de introducción de la controversia de Ginés de Sepúlveda, acerca de
la licitud de la conquista de las Indias.
En 1.913 comenzó a redactar el tercer tomo de la "Historia de
la Orden de los Predicadores en el Reino de Quito", continuación de los
dos primeros de documentos en latín. En este tomo estudió el período
comprendido entre 1.634 y el 76, pero como no tenía a mano los documentos de
Quito, el trabajo quedó inconcluso y recién se publicó en 1.950.
En 1.919 imprimió en Roma "San Raimundo de Peñafort, fundador
de la Orden de la Merced. Estudio histórico crítico por el P. Fray Enrique
Vacas Galindo" en 544 páginas, replicado al año siguiente por el Padre
Faustino D. Gazuela, de Barcelona.
En 1.924 concluyó el trabajo de Sevilla y regresó a Roma. Vivía
viajando, apurado, sin dedicar el debido tiempo a sus obras, que por eso se
resentían de incompletas, de imperfectas, por hechas al apuro. Tenía en su
poder "140 volúmenes encuadernados en pergamino de más o menos 500 páginas
cada uno, en tamaño de papel ministro" y 35 volúmenes conteniendo
biografías de documentos. Esta colección o Cedulario obsequió a la provincia
dominicana del Ecuador y actualmente se conserva en el Convento máximo de Quito.
El Indice fue confeccionado por el Padre José María Vargas autor de una
biografía de Vacas Galindo y salió publicado en México en 1.956, dentro del
volumen de "Misiones ecuatorianos en archivos europeos".
Posteriormente el Lic. Alfonso Ortíz Bilbao hizo otro Indice para el Boletín de
la Academia Nacional de Historia del Ecuador.
Entre l.924 y el 36 estuvo en la Casa Matriz de la orden en Roma,
en el desempeño de distintas funciones honoríficas. Fue Administrador de los
Bienes de la Orden, Vice postulador de las causas de Canonización de los santos
dominicanos y restauró el Convento de "San Sixto el viejo" de Roma.
Como Prior del Convento de Santa Sabina, escribió en italiano la "Vida de
Sour María Carmelina Enricheta Incamela, Vicaria Generale delle Suore Domenicane",
biografía que sirvió para encaminar su canonización en la Congregación de los
Ritos, pero estos trabajos le quitaron tiempo y no escribió su historia del
Ecuador como lo tenía anunciado.
Estaba en su madurez intelectual "Hablaba pausadamente, su
continente era reposado, sus cabellos canos y la juventud de su espíritu
revelaban al patriota aventurero de los años mozos. Su mirada era dulce y suave
al mismo tiempo, su rostro venerable, su presencia imponente".
En 1.934 comentó elogiosamente la obra de Tobar Donoso "La
Iglesia Ecuatoriana en el siglo XIX" con un prólogo de Remigio Crespo
Toral, aprovechando para atacar la memoria de González Suárez, a quien acusó de
insensato, mentiroso y soñador, con grave escándalo público, pues volvieron a
inquietarse las pasiones adormecidas desde 1.894 (1). Empezó la biografía de
"Carmen Inés de Jesús Barona, terciaria dominicana" y la dejó trunca
para servir al país, pues, la dictadura del Ing. Páez lo designó
"Consejero de la delegación ecuatoriana en Washington" y de Europa
pasó a esa capital donde tuvo la oportunidad de trabajar en la "Fórmula
Mixta". Hospedado en el convento dominicano, revisó sus documentos y
regresó al Ecuador en Abril de 1.937 siendo recibido por las autoridades del
país después de 31 años de ausencia.
Fue nombrado miembro de la Junta Consultiva del Ministro de
Relaciones Exteriores y visitó los conventos, colegios y hospitales
(1) Remigio Crespo Toral se asustó del asunto y meses después pidió por carta y en persona al joven dominicano padre José María Vargas, heredero del Cedulario Vacas Galindo, que por favor no siguiera la Orden atacando la memoria del ilustre Arzobispo González Suárez pues eso constituía un bochorno para la Iglesia en el Ecuador, que mejor se dedicara a estudiar y a escribir sobre tópicos más positivos y de mejor utilidad, consejo que fue seguido al pie de la letra.
dominicanos en el Ecuador, además fue designado Vicario Provincial en ausencia del Padre Alfonso Antonio Jerves.
Entre el 22 y el 24 de Octubre celebró sus Bodas de Oro de
Ordenación Sacerdotal. Luego pasó a Ambato a dar fin a su biografía de la
terciaria Barona que imprimió en Quito en 1.938 y que está considerado lo menos
valioso de todo lo suyo "estaba haciendo las anotaciones finales para
replicar la Defensa de mi criterio Histórico de González Suárez aparecida pocos
meses atrás y para escribir unas rectificaciones al Tomo IV de su Historia
General" durante el periodo comprendido entre 1.634 y 1.676, cuando
comenzó a sufrir del corazón. Con todo, pudo concluir este último volumen y
falleció en el Convento de Quito, el 11 de Junio de 1.938, a los 73 años de
edad, dejando inéditas algunas monografías históricas que se han venido
editando en las revistas "El Oriente Dominicano" y "La Corona de
María".
Estudiantes de la Escuela Enrique Vacas Galindo |
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