Publicado el 02/Junio/2013 | 11:08
Una mancha de petróleo de aproximadamente 25 kilómetros se extiende en estos momentos por el río Coca. A la altura de Puerto Francisco de Orellana, este se une con el río Napo, que continúa llevando el crudo derramado por la rotura del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) producida el viernes 31 de mayo.
José Zambrano, guía naturalista que trabaja en la zona, vio la mancha aproximadamente a las 08:00 en su recorrido con turistas desde un hotel, ubicado dentro del Parque Nacional Yasuní, hasta la población de El Coca. “Lo primero que vi fueron las manchas negras en medio del agua del río Coca. En el trayecto, esta mancha se iba haciendo más grande y el olor era insoportable”.
Zambrano asegura que en todo el tramo recorrido no se vio ninguna advertencia sobre lo que estaba sucediendo. “No había ninguna patrulla ni del Ejército, ni del ministerio de Ambiente que estuvieran haciendo algún operativo de limpieza o, al menos, que advirtieran a los que transitan o viven en la zona, del peligro que esto representa”.
Dado que el derrame tiene casi un día de duración ya se puede ver peces muertos flotando en las aguas del río Coca y el río Napo. José Zambrano dice: “Lo que más me preocupa es que la fuerza de la corriente empiece a empujar este petróleo hacia los humedales donde habitan familias de nutrias, caimanes, garzas y otras especies en peligro de extinción. Todo depende del agua, es un ecosistema sumamente frágil”. Sin olvidar que las orillas de estos ríos están habitadas por personas que dependen del agua para casi todas sus actividades. (PTG)
Imágenes exclusivas:
Ciudad Napo
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