martes, 5 de febrero de 2013

Evaluación de la actividad superficial del volcán Reventador


Desde noviembre del año 2002 el volcán Reventador presenta una actividad eruptiva caracterizada por la intercalación de períodos con altos y bajos niveles de actividad. A partir del 21 de enero del presente año, se registró un nuevo incremento en la actividad sísmica y superficial del volcán. De acuerdo a reportes recibidos de pobladores ubicados cerca al volcán, las noches del 21, 22 y 23 de enero se observó la presencia de material incandescente en la zona del cráter y flancos, sin embargo el día 22 se reportó una intensificación de la mencionada actividad y la generación de ruidos, bramidos y explosiones. Asociado con la dicha actividad se registró la constante generación de señales asociadas a la movilización de fluidos al interior del edificio volcánico como son eventos de largo período, tremor de baja frecuencia, tremor de emisión y explosiones. Es importante resaltar que desde el 22 hasta este día se registraron frecuentes señales de tremor de baja frecuencia y alta energía.  
En base a lo mencionado y por pedido del IGEPN, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos gestionó un sobrevuelo para evaluación de la actividad superficial del volcán Reventador. Dicha actividad se realizó con la ayuda de un helicóptero de las Fuerzas Armadas Ecuatorianas el día 29 de enero. En base a las condiciones climáticas presentes en la zona, se realizó el monitoreo visual y térmico del cráter,los flancos norte, nor-oriental, oriental y sur-oriental.

Vista del volcán Reventador desde el nor-oriente. (S. Hidalgo, IG-EPN)
De las observaciones y evaluación de información recolectada, se constató que la incandescencia reportada la noche del 22 de enero estuvo relacionada con el descenso de un flujo de lava por el flanco sur-oriental, el cual tiene un ancho de unos 350 m, ha recorrido aproximadamente 1.1 km y continuaba avanzando. Se observaron además, pequeños flujos de lava hacia los flancos norte y sur, cuyas longitudes son menores
a 200 m. Con respecto a lo observado en el mes de noviembre, se constató que el domo ha incrementado notablemente sus dimensiones, su altura supera al menos en 100 metros la altura de la cumbre oriental y el cráter generado por la explosión de noviembre del 2002 ha sido casi completamente ocupado y rellenado por el mismo.
Se evidenció que al menos un flujo de lava se generó entre los meses de noviembre y diciembre, y descendió por el flanco norte del cono alcanzando aproximadamente 1.3 km de extensión.
Imagen térmica del volcán Reventador, se observa el domo a partir del cual se continúa emitiendo un flujo de lava hacia sur-oriente (S. Vallejo, IG-EPN)
Durante el sobrevuelo se observó una explosión y la columna de vapor y ceniza generada alcanzó al menos 1.5 km de altura sobre el cráter.
Se intentó efectuar las medidas de gas SO2, sin embargo dadas las condiciones climáticas al momento del vuelo, la zona bajo la columna de emisión se encontraba nublada, por lo que no fue posible tomar datos con el DOAS móvil.
Superior, fotografía de una explosión ocurrida durante el sobrevuelo. Inferior, Imagen térmica correspondiente a la explosión (Fotografía/Imagen térmica: S. Hidalgo / S. Vallejo, IG-EPN)
De manera general la actividad del volcán se mantiene en un nivel considerado como alto y caracterizado superficialmente por la expulsión de material incandescente en la zona del cráter que aporta al crecimiento del domo, la generación de flujos de lava y explosiones de tamaño pequeño con moderado a bajo contenido de ceniza. La actividad sísmica se mantiene en un nivel alto, con el registro promedio de 20 sismos diarios, cuya fuente de generación es asociada principalmente con la presurización y movilización de fluidos al interior del edificio volcánico, así como un promedio de 29 explosiones diarias des del 22 de Enero del 2013.                                  
Desde noviembre de 2002 se han generado varios (más de 20) flujos de lava que descienden principalmente por los flancos norte, sur y sur oriental del volcán, y afectan zonas al interior de la caldera. Dicha zona no tiene presencia de población, ni ninguna clase de infraestructura. Sin embargo, es necesario mantener una evaluación permanente del crecimiento y estabilidad del domo de lavas que crece en la zona del cráter, ya que un colapso parcial o total de dicho domo podría generar flujos piroclásticos que afectarían directamente la zona de la caldera y en casos extremos salir de la misma por la zona oriental.  
El IGEPN continuará informando a las autoridades y comunidad en general cambios de comportamiento de la actividad del volcán en base a los resultados de la instrumentación instalada y a las diferentes observaciones que se realicen.
SV/PR/SH/LT/MR
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional


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