lunes, 14 de enero de 2013

Mensaje de Franco Viteri a las filiales de la CONFENIAE

Estimados presidentes a la ves de desearles un trabajo fructifero en cada una de las nacionalidades en este nuevo año me he permitido escribir este mensaje sin el afan  de molestar, si no mas bien con la intencion que esto genere un gran debate de acuerdo a las particularidades de cada una de las nacionalidades en el contexto actual como parte integrante de este Pais en la construccion del Estado plurinacional desde la visIon de los pueblos ,este es un documento publico a nivel de las nacionalidades, pido remitir su recepcion. Franco Viteri. presidente CONFENIAE


Puyo, 7 de enero de 2013.
 Estimados Presidentes de las distintas organizaciones de las bases de la CONFENIAE:
 Se avecina un nuevo año de arduo trabajo y compromiso con nuestras bases, por lo que es importante que como Consejo de Gobierno Transitorio, al que se nos encargó en abril del año pasado la tarea de realizar un nuevo estatuto, reglamento y la propuesta de reestructuración de la CONFENIAE, compartamos con todos ustedes algunas reflexiones de vital importancia para el devenir de nuestra labor organizativa:
 Luego de estos 9 meses de visitar las bases nos hemos dado cuenta que no es posible una reestructuración estatutaria y reglamentaria únicamente basados en la teoría si no combatimos en la práctica todos los procesos de corrupción, nepotismo, clientelismo, falta de transparencia, centralismo, entre muchos más. Constantemente, hemos criticado este tipo de prácticas al Estado e instituciones públicas, movimientos políticos, gremios y otros, pero nos ha faltado ser más autocríticos con nuestras organizaciones de segundo y tercer grado e incluso, en nuestras propias comunidades y familias, donde en muchos casos están enquistadas estas mismas prácticas que criticamos.
 La falta de autocrítica -principio comunitario fundamental como elemento de cambio- no nos ha permitido repensar cuál ha sido y cuál debe ser el rol de la familia, hombres y mujeres amazónicos, el indígena citadino y lo comunitario dentro de una sociedad en constante cambio y evolución hacia sistemas sociales que privilegian el individualismo y el capital por encima del ser humano y la naturaleza. Son precisamente, estos factores los que hacen que seamos presas fáciles de las prebendas y el clientelismo que ofrecen los gobiernos de turno, principal motor del subdesarrollo en el contexto latinoamericano.
 Todo esto se ha traducido últimamente en problemas concretos como la implementación de los proyectos petroleros, mineros y de servicios ambientales como socio bosque ante los cuales, algunas organizaciones indígenas aun no se han pronunciado siendo en su lugar, cómplices de consultas sin transparencia e inconstitucionales implementadas por el Estado ecuatoriano. Frente a estas circunstancias, no se puede hablar de revolución ciudadana si no revolucionamos nuestros propios procesos y si al contrario, defendemos ciegamente las tesis de este gobierno que si bien es cierto ha realizado cambios en políticas públicas, está lejos de permitirnos un verdadero ejercicio autonómico acorde a nuestras realidades. La construcción del Estado Plurinacional tenemos que hacerla nosotros pues si la dejamos hacer al antojo del Estado y la sociedad dominante con la complicidad de muchos dirigentes e intelectuales indígenas será la nueva arremetida del Estado colonial que no la hemos cuestionado en sus raíces fundamentales.
 Es importante recalcar que si no trabajamos los poderes locales es también erróneo buscar el poder de las instituciones estatales. Estos procesos deben ir juntos y ser consensuados y reflexionados comunitariamente. Lo digo con absoluta claridad porque es imperativo mencionar que hasta el movimiento Pachakutik ha sido presa de estos disturbios que entorpecen las decisiones de concesos de las bases que en algunas provincias y nacionalidades han sido superadas y que en otras se ha perdido el total control. Resulta entonces, imprescindible debatir estos aspectos con la sana intención de contribuir a la verdadera reestructuración de nuestra organización que tiene que pasar por las distintas esferas de la vida cultural, espiritual y material del habitante amazónico.
Es urgente el combate cotidiano, tajante y decidido para desterrar estas prácticas que nos deshumanizan, donde radica el elemento motriz de la transformación hacia una sociedad más justa de verdaderos hombres y mujeres revolucionarios. Esta es la difícil pero fecunda tarea que nos compete como runas, amazónicos, ecuatorianos y latinoamericanos; es un ejercicio de tenacidad, constancia y consecuencia, aquí radica nuestro compromiso genuino para el 2013.
¡Fuerza, firmeza y consecuencia para este año nuevo!

                                                 Atentamente,

                                                 Franco Viteri.
                                         Presidente de la Confeniae.  

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