Los huaos vivían apartados del
contacto con el blanco, dormían en los árboles y estaban completamente
desnudos. Ahora queda un reducido grupo en estado primitivo: los Tagaeris (pies
rojos en idioma kichua) quienes viven aislados en nomás de 140 personas, pero
que habrían sido exterminados por otro grupo: Los Taromenane
ORGANIZACIÓN
Con la presencia evangelizadora del
Instituto Lingüístico de Verano de los Estados Unidos por los años 50, se
inició un proceso de aculturación del pueblo Huao que les permitió entrar en
contacto con la civilización del blanco, y más la presencia petrolera marcó la
pauta para que este pueblo indómito inicie un largo proceso de organización en
comunidades que concluyeron con la creación de la Organización de la
Nacionalidad Huaorani de la Amazonía Ecuatoriana, ONHAE, en 1986, con Acuerdo
Ministerial No.100050, estableciéndose la sede en Puyo, Pastaza.
CONSTITUCION,
TERRITORIO Y UBICACIÓN GEOGRÁFICA
Con la aplicación del Plan Nacional
de Desarrollo (1980-1984) el Gobierno entregó a los huaoranis 716.000 hectáreas
de tierras, bajo el sistema de propiedad comunitaria (sin embargo se hicieron
concesiones petroleras en estas áreas de influencia huoarani). Finalmente en
1990, se les legalizó 612.560 hectáreas.
Actualmente los huaoranis ocupan un
área de 613.070 hectáreas, legalizadas, decretada por el gobierno como zona
intangible, a más de la reserva del Parque Nacional Yasuní que según el
dirigente pertenece a los huaoranis y en este parque se encuentran 5
comunidades, de las 36 en total ubicadas en las provincias de Pastaza, Orellana
y Napo. De estas 36 comunidades, 24 tienen escuelas y 12 carecen de
ellas, además no se incluyen a los Tagaeris y Taromenane.
Los Huaoranis están ubicados en las riberas
de los ríos Curaray, Nushiño, Mandoroyacu, Tigüino, Shiripuno, Tiputini y
Cononaco en el Norte Amazónico Ecuatoriano, (entre el río Napo, al norte, y el
río Curaray, al sur).
Entre las comunidades huaoranis,
encontramos: Toñampare, Tzapino, Tihueno, Quiwado (Qihuaro), Quenahueno,
Daimutaro, Tigüino, Shiripuno, Huahano y Golondrina Cocha, en Pastaza; Dayuno,
Dayuma, Tiputini, Yasuní, Tivacuno y Cononaco, en Napo y Orellana.
POBLACIÓN
Según la ONHAE actualmente los
Huoaranis suman cerca de 3 mil habitantes en las provincias de Pastaza,
Napo y Orellana, distribuidos en 22 comunidades, de las cuales 12 están en
Pastaza.
Las comunidades huoranis en Pastaza
son: Toñampare (la más poblada e importante, cuenta con una escuela y colegio),
Tzapino, Tihueno, Quiwado-Quihuaro, Quenahueno, Daimutaro, Wamono, Tigüino,
Shiripuno, Huahano.
Los Huaorani han sido un pueblo de
hábiles cazadores y de guerreros, que ocupaban un hábitat básicamente
interfluvial. Su economía, organización social y mundo espiritual son modelos
asombrosos de adaptación continua al medio ambiente selvático.
Héctor Vargas, antropólogo y guía de
selva, reveló que un líder huaorani narró la verdadera historia de la muerte de
monseñor Labaca, en 1987. “Labaca y la madre Arango, penetraron a la zona
tagaeri, en el Tigüino, al sur de Pastaza; a la llegada de los misioneros un
niño tagaeri estaba enfermo y murió al siguiente día, por lo que los tagaeris
culparon a los blancos de esta muerte y decidieron matarlos”. Esta revelación
la hizo una joven mujer tagaeri que fue capturada por los huaoranis con
el propósito de establecer un lazo de amistad con sus hermanos tagaeris,
pero no fue posible y tuvieron que devolver a la joven ya que les amenazaron
con matarlos.
Los tagaeris viven en medio de la
mitología y leyenda ancestral Huaorani, de su dios protector la selva y su
ángel el águila, cada vez que vuela alto no hay peligro, y cada vez que llega
cerca el peligro acecha y hay que prepararse para la guerra.
Los tagaeris han sido un grupo
minúsculo, un clan consanguíneo que ha profundizando su propia extinción.
Costumbre
ancestral: Los huaoranis “civilizados” aún mantienen la
costumbre de castigar a un niño cuando no obedece las normas del padre y la
comunidad. Los niños pasados de un año de edad, son atados a un árbol y le
castigan con un bejuco del monte, explica Juan Enomenga de la dirigencia
huaorani. “También se conserva el matrimonio por concesión, cuando un joven es
sorprendido con su novia, inmediatamente el padre de la novia lo obliga a
casarse con este”. Los huaoranis son ancestralmente monógamos y no han
practicado la monogamia, aunque sí se casan entre cuñado a la muerte de uno de
los dos cónyuges.
Los Tagaeris y Taromenane
El nombre del grupo Tagaeri o
Tagairi, se deriva del jefe Tagai o Taga, quien a fines de los anos 60 reagrupó
a algunos huaoranis que querían mantener su sistema social y cultural ancestral
sin influencia externa, rechazando la política de reducción impuesta por el
Protectorado bajo control del Instituto Lingüístico de Verano, así los Tagaeris
se aislaron, al iniciar una progresiva migración desde la región del alto
Tiputini hacia los ríos Tigüino y Shiripuno.
Durante los últimos lustros los pocos
contactos con los Tagaeris han estado marcados por la violencia,
particularmente durante la exploración en los bloques 16 y 17, del territorio
Huao, a cargo de las petroleras YPF (Maxus) y Petrobras. Entre 1977 y 1979,
murieron siete trabajadores petroleros que realizaban trabajos con detonaciones
de dinamita, lo que asustó a los tagaeris despertando su furia “salvaje".
La iglesia católica entró en el
escenario del pueblo Huaorani, a raíz de la presencia petrolera; el
objetivo era ubicar a los últimos huaoranis que estaban en estado primitivo:
los tagaeris.
El religioso español, Mons, Alejandro
Labaca y la misionera colombiana Inés Arango, salieron el 21 de julio de 1987
desde el campamento de la petrolera CGG, del bloque 16, para realizar
su primer contacto con este grupo primitivo, cuyo caserío fue descubierto el 10
de abril del mismo año por el propio sacerdote, a 3 Km. al sur del río Tigüino,
en Pastaza.
Cuando el helicóptero ICARO fue al
sitio, al día siguiente, 22 de julio de 1987, para traerlos de retomo, el
horror se apoderó de los tripulantes al encontrarlos muertos al pie de una
choza, atravesados por más de 220 lanzas de hasta tres metros, según la
narración realizada después por los Capuchinos.
s tagaeris han
demostrado su rechazo no solo con la sociedad blanca, sino también con los
demás indígenas, con quienes mantienen un estado de guerra, como lo sucedió en
noviembre del 2000, cuando mataron a dos kichwas.
En 1992, trabajadores dedicados a la
explotación sísmica en el Parque Nacional Yasuní tuvieron enfrentamientos con
otro grupo Huaorani no contactado y desconocido hasta y desconocido hasta
entonces. Los Taromenane.
En 1993, algunos Huaorani de Tiguino,
ingresaron al territorio Tagaeri y raptaron a una joven mujer llamada Omatuki,
quien habló de los Tagaeri y sus posibles relaciones con los Taromenane. Este
grupo habría dominado a los tagaeris.
Según algunos huaoranis, existirían otros grupos más que no han sido contactados, y que viven selva adentro.
Según algunos huaoranis, existirían otros grupos más que no han sido contactados, y que viven selva adentro.
Fotos: Eco Amazónico
Investigación: Juan Carlos Jaramillo
Investigación: Juan Carlos Jaramillo
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