En Archidona se han hallado unos 60
petroglifos, otro tanto hay en Cotundo, también en Misahuallí y de ahí en casi
toda la rivera amazónica yendo hacia el sur, en Pastaza, Morona Santiago, etc.
Las rocas volcánicas esculpidas por
los transeúntes de hacía varios siglos, tienen alrededor de un centímetro de
profundidad y para ello, no utilizaron, como hoy podrían hacerlo, cinceles ni
ninguna herramienta moderna. Por ello, es difícil determinar el tiempo en que
se demoraban en cada grabación y con qué herramientas lo hicieron.
Los modelos de escultura en los
petroglifos son abstractos y complejos, modelados en enormes rocas volcánicas.
Hasta el momento no se sabe la antigüedad de estos monumentos artísticos, lo
que si podemos determinar es el alto nivel histórico y cultural que proyectan.
Este es un lugar especial para el
ecoturismo y el turismo comunitario, existe un acercamiento entre los
pobladores de la comunidad y el visitante. Los petroglifos se levantan
imponentes en esta zona húmeda y pantanosa, parte de ellos están en la selva
fría y en la alta selva tropical.
Los indígenas que aquí habitan están
llenos de tradiciones, curan con tabaco y son iniciados de una práctica
shamánica como todos sus ascendientes, preparados para curar el cuerpo y el
alma.
Los petroglifos, son monumentos
históricos y culturales que representan la esencia de Archidona.
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