domingo, 27 de mayo de 2012

Ecuador: La lucha de Sarayaku se globaliza


Noemí Gualinga y su sirena hija Nina se encuentran entre los que luchan por los derechos de la comunidad indígena de Sarayaku de Ecuador.

Noemí Gualinga y su sirena hija Nina se encuentran entre los que luchan por los derechos de la comunidad indígena de Sarayaku de Ecuador.
© Amnistía Internacional
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Nuestra lucha y la de los pueblos indígenas de tantos en todo el mundo continúa - queremos ser respetados y escuchados
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Noemí Gualinga, un representante del pueblo de Sarayaku
Vie, 25/05/2012
Lastierras tradicionales del pueblo de Sarayaku - un pueblo indígena kichwa que son unos 1200 - se encuentran en una zona remota de la región oriental amazónica de Ecuador. "Vivir en Sarayaku está viviendo en la libertad, la armonía y la paz - que estamos todos unidos," Noemí Gualinga, una representante de la comunidad, dijo a Amnistía Internacional.Pero ese sentido de la armonía se rompió en 2002 cuando el gobierno de Ecuador no ha consultado con la comunidad antes de permitir que una compañía petrolera extranjera en sus tierras para explorar el potencial de despojándolo de los combustibles fósiles. El Sarayaku logrado para resistir a esas exploraciones, pero desde entonces se han sumido en una batalla legal para obtener reparación y mantenga el Estado ecuatoriano para tener en cuenta, así como para asegurar que no las decisiones que afectan sus vidas se hacen sin su consentimiento. Las normas internacionales exigen a los Estados para obtener el consentimiento libre, previo e informado de los Pueblos Indígenas para cualquier proyecto de desarrollo de este tipo y las leyes y políticas que afectan su modo de vida. Esto debe ser alcanzado a través de una consulta, donde las comunidades están involucradas en el proceso de toma de decisiones en una etapa temprana, y se les proporciona información objetiva en un formato accesible. El Sarayaku han tenido que llevar su caso hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos en San José, Costa Rica, donde se espera una decisión pronto. "Llegar a la Corte Interamericana ha sido un proceso muy largo, con mucho sufrimiento", dijo Gualinga, quien agregó que en el camino miembros de la comunidad se hicieron " se siente muy pequeño "y sometidos a amenazas de muerte, la humillación pública y la presión psicológica. Pero nunca abandonó su lucha de Sarayaku y Gualinga tiene la esperanza de su persistencia dará sus frutos y su historia inspire a otros pueblos indígenas, en América Latina y más allá - que se enfrentan a intereses ajenos a invadir sus tierras tradicionales. "Nuestra lucha y la de tantos otros [pueblos indígenas] en todo el mundo continúa - queremos ser respetados y escuchados", dijo. El Sarayaku y Amnistía Internacional, co-producido los documentales próximos Niños del Jaguar sobre la lucha de la comunidad para defender sus derechos.

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