Para evitar que eso suceda, estas actividades
recreativas tradicionales se han colocado como parte central de las
celebraciones de fin del calendario Cofán y de la temporada del chontaduro.
El chontaduro sirve para comer y beber, y en la
comunidad este fruto tiene gran importancia para cada uno de sus miembros.
“Antes, nosotros no teníamos una pelota y por
esto se armó una con hojas de maíz y en el interior poníamos semillas”, cuenta
Chapal, durante la última celebración de juegos ancestrales cofán, celebrada el
pasado 7 de abril. Otro juego típico consiste en hacer bailar un mate pequeño
en la mano o en el piso.
El que mayor tiempo hacía durar este baile,
ganaba. “Es lo que ustedes dicen un trompo”, comenta el profesor. Simular la
caza de un animal con una rueda hecha de un bejuco para atravesarla con una
flecha grande de madera es otro reto para los participantes.
Quien logre pasar la rueda por su interior y
detenerla es el ganador. “Esto ahora es más difícil para los jóvenes, porque hoy
ellos quieren practicar la caza con carabinas y no con lanzas”, comenta el
profesor Chapal, y agrega que los animales ya no están cerca de la comunidad,
lo que les obliga a adentrarse hasta tres días en el bosque para cazar.
Medir la fuerza entre las personas es otra
actividad convertida en juego. Se lanza una piedra de alrededor de 20 libras y
el que la expulse más lejos será el vencedor de la competencia.
(Fuente:
ElComercio.com)
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