Tras una queja y “supuestos” por parte del
contratista Juan Hidalgo, de la constructora Cevallos&Hidalgo, fue removido
del cargo el gerente de la Empresa Pública Municipal de Agua y Alcantarillado
de Pastaza, Emapast, Oswaldo Cajamarca.
Sin derecho a la defensa, peor alguna
oportunidad de aclaración, el alcalde Germán Flores Meza, realizó un comentario
apresurado sobre la “queja” del contratista Juan Hidalgo, quien está encargado
de la obra de mejoramiento del sistema de agua potable para Puyo, sobre trabas
al proyecto que ponía el gerente de la Emapast, Oswaldo Cajamarca y además,
declaraciones fuertes de que había intenciones de “calentura de mano”.
Él se defiende y negó solicitar dinero, más bien
lo que ha solicitado es cumplimiento porque como iba el rendimiento en los
diferentes frentes de trabajo no permitirían que la obra se concluya en el
plazo previsto, situación que veía venir y que efectivamente ocurrió.
Pero este contratiempo estaba latente desde el
año anterior, claro de forma interna, según demuestran las observaciones que
emite Cajamarca a fiscalización sobre varios aspectos que no estaba desempeñando
la empresa contratista.
Se exigió que se cumpla con el cronograma, incrementando personal y
frentes de trabajo. En el mes de diciembre del 2011, se reitera una observación
a la empresa Cevallos&Hidalgo, en el caso de la captación, el trabajo era
lento porque sólo contaban con seis trabajadores.
En el caso de las paredes del tanque de reserva
ya presentaban fisuras, en los cruces de los esteros las tuberías están a la
intemperie, expuestos al medio ambiente.
También se hizo recomendaciones con respecto a
trabajos en la conducción, planta de tratamiento y redes de distribución.
En este último caso, es una realidad palpable. No
se observan trabajos de las redes de distribución.
Hasta el mes de diciembre de 2011, a dos meses
de entregar la obra (22 de febrero 2012) se exigió que dé inicio a los trabajos
más importantes en la red de distribución, “colocación de válvulas de sectorización”.
Según este mega proyecto que “solucionará el
problema de agua potable”, cuando exista alguna fuga o falla en la red, ya no
será necesario dejar a toda la ciudad desabastecida del líquido vital, sino
que, si el problema ocurre en un barrio X, sólo se cerrará este circuito, para
solucionar el problema.
Esto en teoría, pero en la práctica no pasa
nada. La ciudadanía ve que las cosas siguen normales, o será a caso que se
ubicará dichas redes ¿por arte de magia, sin excavaciones en la tierra?
Cajamarca está fuera
Ahora bien, el jueves 1 de marzo del 2012, tras
la polémica de las calenturas de mano, se reunió el Directorio de Emapast,
convocados por el alcalde Germán Flores Meza para tratar el único punto del
orden del día: análisis de la renuncia presentada por el gerente de la Emapast.
Renuncia que Oswaldo Cajamarca presentó en
noviembre del año anterior y que recién el Alcalde “quiere analizar” en febrero
de este año.
Se dice que fue removido porque “ya no es de la
confianza del Alcalde” y que hay que “oxigenar la administración”, gracias a
los votos del Director de Planificación, Patricio García; Marco Adriano,
representante de las Juntas Parroquiales y del Alcalde.
Mientras que Elias Washington Jachero,
representantes de los barrios de Puyo y Ana Jiménez, representante de los
concejales, votaron en contra. Ellos estaban de acuerdo en que se quede Oswaldo
Cajamarca.
Como una cuchillada por la espalda fue recibida
esta actitud. Cajamarca tiene conocimiento de dicho proyecto desde hace años
atrás, cuando se quiso implementar en la administración del ex alcalde Raúl
Tello.
Y si se habla de oxigenación, la autoridad
Municipal también debería considerar esta actitud con el Departamento de Obras
Públicas, que tan mal le está haciendo quedar.
Existen graves problemas en la calle 20 de
Julio, aledañas al Instituto Francisco de Orellana, Parque Central 12 de Mayo,
que no solo lo dice este medio de comunicación, sino las mismas obras y los
frentistas.
Tomado de Infolux
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