El volcán Tungurahua, en el centro andino de Ecuador, mantuvo este sábado una actividad sísmica importante tras la súbita explosión registrada este viernes, que elevó una columna de gas y ceniza de 7 kilómetros sobre su cumbre.
El Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional informó que en las últimas 24 horas el Tungurahua generó otra pequeña explosión, con una columna de 2 kilómetros, además de 74 sismos leves por el movimiento de fluidos en su interior y dos vulcano tectónicos, relacionados con fracturas de rocas internas.
Los sismógrafos del IG registraron un episodio de temblor leve, ante una emisión de gases y ceniza, y un "fondo de tremor de baja amplitud".
En la zona de Runtún, situada en el norte de la montaña, se reportó una leve caída de ceniza, añade el último informe del Instituto.
Tras más de tres meses de relativa quietud, el Tungurahua despertó este viernes con una gran explosión y el descenso de flujos piroclásticos (rocas candentes) que llegaron hasta la mitad de la montaña en algunas quebradas de su flanco suroeste.
El IG calcula dos posibles escenarios en la evolución del actual pulso eruptivo del volcán, uno que advierte de "un ascenso rápido de un volumen pequeño de magma" y el segundo que no descarta que la cantidad de lava sea mayor, lo que supondría una mayor explosividad.
En cualquiera de los dos casos, "es probable que en los próximos días se puedan generar más explosiones pequeñas a moderadas", señaló el IG en un informe especial emitido ayer.
El Tungurahua, de 5.016 metros de altitud y situado a unos 80 kilómetros al sur de Quito, empezó su actual proceso eruptivo en 1999 y desde entonces ha intercalado periodos de alta actividad con lapsos de relativa calma.
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